domingo, 8 de diciembre de 2013

LA VENTA DE COSMETICOS POR CATALOGO, HA SACADO DE LA POBREZA A MUCHAS MUJERES, LÍDERES CABEZAS DE HOGAR, MADRES SOLTERAS, LES HA DEVUELTO SU AUTOVALORACIÓN

  Sabía usted que en el mundo, más de 70 millones de mujeres se dedican a la venta de cosméticos, especialmente por catálogo? 65% de ellas, madres de familia, líderes cabezas de hogar, quienes han visto en este negocio, una importante fuente de ingreso económico para sus familias. El negocio de la venta de cosméticos por catálogo, ha sacado de la pobreza a muchas mujeres, millones en el mundo. En el Ecuador, más de 500 mil mujeres se dedican a esta microempresa, y ellas han podido recuperar su independencia financiera, su autoestima, su autovaloración; se han liberado del maltrato intrafamiliar dejando de lado su dependencia económica, y convirtiédose en líderes, espectaculares emprendedoras. Negocios con programas de reconocimiento de las empresas, en las cuales, ellas son reconocidas, obasionadas, y premiadas por su gran esfuerzo. Un negocio que le ha devuelto a la mujer su dignidad, su libertad, la confianza en ellas mismas, y que las ha convertido en el centro de su propio Universo.

LOS COSMETICOS NO SON SUNTUARIOS,  jabón, desodorante, champu, pata dental
 
LOS COSMÉTICOS, UNA COSTUMBRE QUE INICIO CON LA APARICIÓN DEL SER HUMANO, Y QUE SE CONVIRTIÓ EN UN EXCELENTE Y NECESARIO HÁBITO.-
¿Se ha puesto a calcular, alguna vez, acerca de cuántos cosméticos usted utiliza cada día, antes de salir de su casa?, con seguridad que no, por cuanto, estos se han convertido en un hábito de vida, en parte de su quehacer diario, en un medio casi innato de provisión de bienestar, higiene, salud, y sobretodo, de autoestima. Pero, ¿qué es un hábito?, son aquellas acciones que de tanto repetirlas, las hacemos ya sin pensar, y de una manera muchas veces mecánica. Hábitos que si dejamos de realizarlos, pueden ocasionar una pérdida, un accidente, o simplemente un cambio en su rutina que le puede alterar su día a día. Por ejemplo, cuando manejamos, al ser un acto tan repetitivo y diario, no pensamos en que si ya nos toca meter tercera marcha, tan sólo el sonido del motor en nuestro subconsciente, nos indica que ya es el momento. Qué pasa si por un descuido, en lugar de cambiar de marcha, apagamos el auto, cuando estamos bajando rápidamente por la carretera?, nos salimos de un hábito, quizás por desconcentración, y podemos causar un accidente, involuntario. Simplemente, no hicimos caso a nuestros hábitos y fuimos víctimas de un pensamiento errado que se cruzó en un momento inoportuno.
Ustedes dirán, qué tiene que ver todo esto, con los tan apreciados, necesarios y apetecidos cosméticos?, pues mucho y para entenderlo mejor, vamos con la pregunta original. Calcule por favor, cuántos cosméticos usted utilizó antes de salir de su casa el día de hoy. Con seguridad, al menos le vendrán a la mente unos 5, por ejemplo, un jabón, una pasta dental, un champú, un desodorante, una fragancia. Somos 15 millones de habitantes, si de esos, 10 utilizaron, no 5 sino 4 productos cosméticos, estamos hablando de 40 millones de cosméticos diarios. Y la mayoría de ellos, utilizándose como un hábito diario y necesario en nuestras vidas.
Si es mujer y le gusta estar arreglada y bien presentada, habrá utilizado una crema humectante, una base de maquillaje, sombras en sus ojos, delineador, un rubor, un labial. Hasta aquí, ya vamos con 11 productos. Si estos los multiplicamos por 7 millones de mujeres en el Ecuador, estamos hablando de 42 millones de cosméticos, solo de maquillaje, pero digamos que no todas las mujeres lo usan, bajemos a la mitad. Sería algo así como 18 millones, que sumados a los 40 a nivel general, nos dan alrededor de 50 millones de productos cosméticos, utilizándose en el Ecuador y a diario. A qué va este juego de números?, tan sólo a demostrar la relevante importancia que tiene este sector en la vida de la humanidad. En alguna ocasión, escuchamos decir que los cosméticos, eran productos suntuarios; sin embargo, quienes lo dicen, habrán usado en ese día, al menos cinco de ellos.
Lo cierto es que los cosméticos, llegaron a la vida del ser humano, cuando éste se puso de pie sobre la tierra, cuando el hombre decidió pintar su cuerpo con colores llamativos, para diferenciarse de otras comunidades, en señal de jerarquía, de poder o de identidad. En una tumba de una reina, de la civilización llamada sumaria, 5000 años antes de Cristo, se encontraron muchos utensilios de belleza y pomos con menjurjes y ungüentos utilizados para mantener y promover la belleza y proteger la piel. La misma Biblia y la historia sagrada nos habla de los aceites y de los perfumes, que se untaban a los muertos para preservarlos y como una honra para sus espíritus. La historia tiene muchos testimonios en este sentido, y refleja la presencia de los cosméticos en la vida del hombre y de la mujer, desde los inicios de su existencia.
En la actualidad, son millones de productos cosméticos que se utilizan en el mundo a diario, y cuando hablamos de todo el sector, no sólo de ellos, sino de los productos que utilizamos en nuestros hogares para la limpieza, como detergentes, jabones, limpieza de pisos, vamos sumando millones más al cúmulo de productos que usamos diariamente. Estos últimos, son los productos de higiene, parte sustancial del bienestar y de la salud del mundo. Y yendo más allá, y continuando con esta sumatoria, se ha puesto a calcular, cuántos pañales para bebés y toallas higiénicas se utilizan a diario en el Ecuador?, la cuenta no es compleja, basta ir a los datos del Inec, calcular el número de niños de tal edad, y de mujeres en edad activamente económica, más las adolescentes, etc. Etc.y son millones y millones de este tipo de productos que desfilan a diario por la vida de millones de personas en el Ecuador y en todo el mundo. En definitiva, estamos hablando de un sector estratégico, no sólo a nivel económico, sino de generación de higiene, lo cual produce salud, y por ende, ésta es fuente de bienestar personal. Estamos hablando del sector cosmético, que implica valoración personal, si me valor me cuido, si me cuido me protejo, si me cuido, me protejo y me arreglo, produzco, no sólo salud, sino también belleza y ésta genera autoestima, autovaloración y en otras palabras, seguridad personal.
Si los niños de nuestro país, aprenderían a lavarse las manos, más de tres veces al día, sobretodo, antes de llevarse a la boca algún alimento, evitaríamos más enfermedades y muertes causadas por infecciones. Lo mismo, con las enfermedades respiratorias, lo cual también implica, un aporte positivo para el Estado, menos pacientes por atender en los hospitales públicos, ahorro económico, destinado para investigación, por ejemplo.
Si las personas, antes de salir a trabajar, a un paseo, a la playa, utilizaríamos protector solar, el porcentaje de incidencia de cáncer de piel, disminuiría drásticamente.
Si los niños y adultos, aprenderíamos a lavarnos más seguido los dientes, los problemas odontológicos, cuyos tratamientos son algo caros, también se reducirían.
Todo esto y mucho más, proyecta la importancia de estos productos, volviéndolos claves a la hora de preguntarnos, qué produce bienestar en nuestras vidas.
¿Cómo sería nuestra vida sin ellos?. La respuesta reside en la mente y en el sentir de quienes vivimos en un mundo civilizado, en el cual, la limpieza, la comodidad, el buen aroma, y la belleza, juegan un papel preponderante en el momento de decidir con quién me caso, con quien comparto mi vida, a quién doy un empleo, con quién efectuó un negocio, a quién ayudo, con quien me llevo, a quién le doy mi voto, con quién me asocio, entre otras preguntas más. Todo gira alrededor de A QUIEN, es decir, de otros seres humanos, como yo, como usted, como los demás.
En conclusión, jamás podríamos pensar que un cosmético, un producto de higiene o un absorbente es un producto suntuario. Quizás lo sea una joya de oro, un diamante, una esmeralda, un auto de lujo, una mansión en la playa.
Los cosméticos, no sólo ponen color en las mejillas, no sólo ponen aromas y fragancias en el cuerpo, color en los párpados y labios, lo más importante, en el Ecuador y en el mundo, los cosméticos, ponen pan en la mesa de cientos de miles de personas en nuestro país y de millones de personas en el mundo. El uso de los cosméticos, uno de los mejores hábitos que el ser humano pudo haber adoptado para su diario buen vivir. Y los usamos, de una manera casi mecánica, a ratos inconsciente, pero necesaria. ¿Acaso, no ha tenido alguna vez, que regresarse a casa, cuando ha olvidado su cartera de cosméticos?, o ¿qué sentiría si la perdería?.
 
 
 
Y lo más importante de todo, lo dejamos para el final. Sabía usted que en el mundo, más de 70 millones de mujeres se dedican a la venta de cosméticos, especialmente por catálogo? 65% de ellas, madres de familia, líderes cabezas de hogar, quienes han visto en este negocio, una importante fuente de ingreso económico para sus familias. El negocio de la venta de cosméticos por catálogo, ha sacado de la pobreza a muchas mujeres, millones en el mundo. En el Ecuador, más de 500 mil mujeres se dedican a esta microempresa, y ellas han podido recuperar su independencia financiera, su autoestima, su autovaloración; se han liberado del maltrato intrafamiliar dejando de lado su dependencia económica, y convirtiédose en líderes, espectaculares emprendedoras. Negocios con programas de reconocimiento de las empresas, en las cuales, ellas son reconocidas, obasionadas, y premiadas por su gran esfuerzo. Un negocio que le ha devuelto a la mujer su dignidad, su libertad, la confianza en ellas mismas, y que las ha convertido en el centro de su propio Universo.
 
 
Nuestro sector, un pilar de enorme relevancia para la economía de nuestro país; con gran potencial de producción, con un al índice de participación económica en el PIB del país, cerca de un 1.6% del mismo. En definitiva, somos un gremio y sector, al cual vale la pena y se merece respaldar.

 
 
 
 
 
 
MARÍA FERNANDA LEÓN, PROCOSMETICOS ECUADOR