domingo, 10 de agosto de 2014

15 MILLONES DE EMPRENDEDORES NECESITA EL ECUADOR

15 MILLONES DE EMPRENDEDORES EN EL ECUADOR

Hace días atrás, escuchaba hablar al Presidente Rafael Correa en alguna entrevista en medios;  transmitía un mensaje a la población, acerca de lo que es el EMPRENDIMIENTO.  Decía que debemos dejar de ser pasivos y convertirnos en entes activos, cambiando la mentalidad de que todo debemos recibir del Estado o de otros.  Quizás no eran estas las palabras exactas, pero el fondo de su mensaje era el mismo.   Inmediatamente, se me vino a la mente el sistema  de la Venta Directa, como canal estratégico para generar ese emprendimiento que requiere el País.

En el mundo, la venta directa ha estado presente, sostenidamente y a través del tiempo, con su rica historia impulsando negocios propios y de microempresa en millones de personas.  Cada vez, más gente  se une al sistema buscando independencia, libertad financiera, no tener horarios,  ni jefes y  no depender de un empleo o trabajo, que pudiera resultar inestable.  “Qué mejor” - me decía una señora de 65 años-  “que contar con mi propio negocio, dueña de mi tiempo, de mis metas y  de mis sueños, eso es tener una vida digna”.   Una espectacular emprendedora que a esta edad, plena de lucidez y de energía, iniciaba un proyecto personal, gracias  a la venta directa.  Ella optó por distribuir un producto, en el cual creía y confiaba.  Involucró a su familia y ahora es la líder de una red de emprendimiento que puede extenderse sin límite alguno.  No nos queda más que reflexionar, trabajar y apuntarle desde ahora, a hacer realidad el sueño del Presidente Ecuatoriano.  Queremos convertirnos en 15 millones de emprendedores y tenemos forma de lograrlo.  La venta directa, se convierte en una herramienta valiosa y estratégica para cumplir  el objetivo. 

Afuera, hay muchas personas que necesitan de un impulso, de una palabra de aliento y motivación, quizás de un pequeño empuje; de alguien quien les diga que todos son capaces de conquistar su cima.   Que este  sector,  sea la plataforma de lanzamiento, para que todos esos y esas ecuatorianas, se conviertan  en los emprendedores que necesita el Ecuador.  Compromiso   ineludible y desafiante,  que lo asumimos y nos motiva, como Asociación.  Somos desde ya, parte de esos 15 millones de emprendedores, que corren tras el logro de sus más preciados anhelos.  Más y más historias de éxito, le esperan al Ecuador.

MA.FERNANDA LEÓN
Directora Ejecutiva de la AEVD


LAGRIMAS QUE CONSTRUYERON UN SUEÑO...SÓLO FALTABA UN EMPUJONCITO. Pasión por la venta directa

LÁGRIMAS QUE CONSTRUYERON UN SUEÑO, SÓLO FALTABA UN PEQUEÑO EMPUJONCITO.-
Estaba sentada en mi oficina, quizás preparando algún informe surgido a última hora, pues la concentración en la pantalla y en lo que iba a exponer, no me dejaba ver lo que pasaba más allá, fuera de mi espacio; cada segundo que pasaba, me recordaba que debía volar con el trabajo.
De pronto, alguien llamó a la puerta que la tenía cerrada por cierto; por alguna razón, el área de servicio al cliente, le direccionó a una señora a quien no conocía ni tenía cita, para que hablara conmigo. A la final, nunca averigüe quién, ni por qué lo hicieron.
Abrí la puerta y recibí a una mujer, tenía más o menos unos 45 años, vestía de negro, algo despeinada y sin arreglarse en lo absoluto. Su mirada repleta de lágrimas, y en su rostro la imagen de la desesperación. “Ayúdeme que estoy tocando fondo”, fue la frase con la cual me saludó.
 Le pedí que se siente y que me contara lo que le estaba sucediendo. “Estoy buscando empleo y no lo encuentro, no tengo educación superior y las deudas me están dejando en la calle. Nunca he trabajado, pues mi esposo quien murió hace seis meses, era el sostén del hogar y jamás permitió que yo trabajara, dedicándome siempre a mi familia”. Me contó que sus hijos, aún estaban en el colegio, pero que debía ya varios meses de pensiones. No tenía nada para la graduación de su hija mayor y los amigos y familiares, los habían abandonado, a cuenta que cada quien tiene “su propia cruz”.
Jamás olvidaré aquel día. Me di cuenta entonces, como esta situación se replicaba en un sinnúmero de hogares ecuatorianos, en los cuales, la dependencia, tanto económica, como emocional, del señor de la casa, convertía a la mujer en un ente sin mayor posibilidad de acción ni decisión. Una dependencia que engancha a las mujeres, muchas veces, a un estado de abandono de sí mismas, y de total falta de auto valoración, de  auto estima  y hasta incluso de maltrato en todas sus formas. Si llegare a faltar quien es proveedor y quien ha sido el que toma las decisiones para la familia, se produce, para muchos hogares, una catástrofe. Y no me refiero, solamente a las familias de una clase social con bajos recursos económicos, sino también a las de un estatus medio o medio alto, para quienes, salir a “pedir” ayuda, a veces se convierte en una suerte de tortura. Que es culpa de esas personas, me dirán, de las mujeres y de los hombres que van creando esta situación; que es importante “liberarse” a tiempo; que la mujer no debe jamás quedarse en la casa…..tantas respuestas que me las dieron en ese momento, cuando conversaba de este caso con algunos amigos, luego del encuentro con esta mujer, hasta ese entonces, desconocida para mí.
“Tranquila”, le dije, “…usted tiene todo para ser una mujer triunfadora, a veces la vida nos pone en esta situación, para que nos despabilemos un poco. Usted, tiene lo más importante, el mejor de los tesoros y la herramienta más valiosa para salir adelante: su salud. El resto, será fácil en la medida que usted levante ese ánimo y se sienta capaz de salir de ese fondo, en el cual, usted cree ya estar, cuando no es así. Alguna vez ha vendido algo?” Me respondió con un NO categórico, complementando su respuesta con un “no soy capaz de vender nada de nada, no puedo, nunca lo hice ni creo poder hacerlo. No me veo vendiendo algo”. Cuantas palabras con connotación negativa, en tan sólo unos breves segundos. “Usted era casada”, le respondí, “es decir, que usted se supo vender muy bien a su marido, cuando estaba de novia, cómo que nunca ha vendido nada, vendió su mejor producto y lo hizo muy bien, lo mismo él, también se vendió con sus mejores cualidades, virtudes, y usted también fue conquistada”. La señora se rio, secó sus lágrimas y se predispuso a escucharme durante una hora completa.
 Le conversé acerca de la posibilidad de iniciar un negocio, abrir un canal de distribución de productos, ser dueña de su propio tiempo, que requería disciplina, organización, administrar bien su tiempo, animarse, es decir, ponerle alma y pasión a este nuevo desafío, y que se deje guiar, para lograr que en poco tiempo, pudiera tener su negocio bien montado, desde su propia casa, con su tiempo bien administrado, y lo mejor, continuar, siendo la administradora, ahora líder de su hogar, como la mejor referencia y modelo, que podrían tener sus hijos.   Así fue, ella se dio la oportunidad, fue dejando los NO’s a un lado y se respondió a sí misma con un SI rotundo. Este fue el primer paso, para iniciar una gran aventura a partir de aquel entonces.
Pasó un año de aquel encuentro, y volvieron a tocar la puerta de mi oficina, era aquella misma señora. Vestía un traje sastre de color verde, en su cuello un pañuelo azul, muy bien maquillada, y sobre todo, su rostro iluminado de alegría y satisfacción. Me saludó con un “Gracias, muchas gracias por haberme lanzado al agua”, y yo le respondí, agradeciéndole por haberme escuchado en aquella tarde, y haber respondido con un SI a la propuesta. Así comenzó  todo, esta señora llamada Hilda, inició su negocio pausadamente en un principio, pero sin detenerse; con el alma apasionada por lo que hacía, y con la principal motivación y razón de ser de su ímpetu: sus hijos. Ellos no podían esperar, su educación no podía quedar postergada, los gastos del hogar, debían ser solventados, y su alma debía ser rescatada de la depresión, todo esto a la mayor brevedad posible. Sin capital para comenzar, y con un bolso cargado de sueños, Hilda comenzó su maravillosa aventura.
Agradeció nuestro primer encuentro, y además, como no podía ser de otra manera, también me propuso el que le comprara unos productos para completar unos 40 puntos que le faltaban para ganarse un viaje a Grecia. “Me voy a Grecia y me llevo a Cristina”, su hija de 17 años. “Seguiré conquistando reconocimientos, y para el siguiente viaje, me llevaré a Eduardito”, su segundo hijo. Ese viaje a Grecia, era una de las maneras de RECONOCER, por parte de la empresa, a aquellas personas quienes habían logrado conquistar ciertos títulos, en una escalera de éxito, que fue creada para ir armando sueños personales, y para conquistarlos. Yo, tenía un nudo en la garganta, sólo pude abrazarla fuertemente y percibir la valentía, energía y fuerza que emergían de su alma, gran lección para todos me dije a mí misma. Luego, obviamente procedí a adquirir unos cuantos productos que me hacían falta, a mí para mi uso diario, y para ella necesarios, para lograr cumplir un sueño.
Para esta mujer de mi historia, el mundo de la venta directa, no sólo le ayudó a solventar sus problemas económicos, sino también, a despertar en ella, un mundo de destrezas, habilidades y aptitudes personales, que no lo conocía. La transformación fue grandiosa y en todos los sentidos. Ahora dependía de sí misma, de su tiempo, de sus ganas por lograr sus metas personales; deseos de arreglarse para sí misma, de verse bonita, con una imagen que proyectaba autoestima y de una mujer dispuesta a conquistar el mundo. Se había convertido en el mejor modelo a seguir, para la generación que dependía de su guía, de su luz, de su ejemplo: sus hijos, que ahora manifestaban un inmenso orgullo por su madre. Lo palpé y evidencié, cuando fui invitada al evento de premiación, y la vi parada adelante, recibiendo el reconocimiento de manos de sus hijos, junto a otras personas. Cuántas historias de éstas están ahora desfilando en ese escenario plagado de luces y aplausos, reflexioné.
Puedo aseverar fehacientemente, que desde aquel entonces, el mundo de la venta directa me fascinó y pude concebir la inmensa potencialidad que existe en este CANAL, no sólo para generar proyectos de emprendimiento, sino para transformar la vida de muchas familias en el país y en el mundo. Historias como las de Hilda se repiten a diario, y podríamos escribir un libro con todas ellas, quienes alguna vez, hemos tenido la posibilidad de hacer “trabajo de campo”, o de ser las guías para este grupo de la población, muchas veces desconocido, pero que yace por ahí, con un mundo propio, dentro de un espíritu que se pasea dentro de alguna casa, en la cual, a las 11h00 am, se puede encontrar a una mujer, vestida con su pijama, preparando el almuerzo, y alistándose para a eso de las 15h00, una vez que todo se ha despachado, ponerse a ver alguna novela de algún canal que le dice a una persona, no hay tiempo, ni oportunidad para más.
El mundo de la venta directa apasiona, pues no sólo genera negocios propios de distribución; apasiona, pues es uno de los mejores trayectos para llegar a tantas personas, con mensajes de motivación, de mejoramiento personal, de proyectos de educación, de empoderamiento y liderazgo, especialmente para las mujeres, muchas de ellas, líderes y cabezas de hogar. Igualmente para las personas de la tercera edad, plenas aún de lucidez, y dispuestas a seguir generando resultados para sí mismos y para los demás.
La venta directa, despierta una sana ambición de alcanzar un mejor nivel y calidad de vida. La venta directa se convierte en muchos casos, en el CANAL que empuja a un ser humano a construir un sueño. Que le obliga a pensar en sí mismo, y que le brinda todas las herramientas para escalar y lograr la conquista de la cumbre personal que se ha impuesto, en muchos casos, sin límite alguno. Bien dicen que lo triste de la vida, no es dejar de cumplir un sueño, sino, no tener un sueño que cumplir.


La venta directa es eso, uno de los mejores constructores de sueños que existe en todo el planeta, y lo más importante, sueños hechos realidad para los protagonistas de quienes van creando sus propias historias.
Mi historia personal, está repleta de muchas otras que me dicen que el mundo está en manos de quienes se guían por una visión de futuro, pero a veces necesitamos de algo o alguien, quien nos ayude a crear esa visión.   En cualquier  caso, el Futuro será siempre mucho mejor, mientras sigan existiendo, canales tan poderosos como el de la venta directa, en el Ecuador y en el mundo. Como decía Martin Luther King Jr....….tengo un sueño!.
MA. FERNANDA LEÓN