martes, 4 de marzo de 2014

PROFESIONES: EL ENCANTO DE SER GERENTE ZONAL EN LA VENTA DIRECTA


EL VERDADERO ENCANTO DE SER GERENTE ZONAL.-

 


 

 

Nos encontramos a las 07h00 en tal dirección, ya ni recuerdo las calles exactas, pero era un lugar a la entrada del Guasmo en Guayaquil. Estuve un poco antes y me tocó esperar unos minutos. A lo lejos, divisé la figura de una mujer, quien se acercaba a paso rápido y mientras lo hacía, levantaba su mano, saludando con cuanta persona se encontraba. Con una sonrisa, les daba la bienvenida al nuevo día que estaba por iniciar. No la conocía, pues estaba en etapa de inducción en la empresa y era la primera vez, que me disponía a efectuar “trabajo de campo”; sin embargo, pude detectar que era Ella, la gerente de zona asignada para mi capacitación, quien estaba llegando. Saludamos y recuerdo una frase suya “tu tranquila, camina a mi lado y no dejes de saludar y de sonreír, ingresaremos en zona roja”, casi me muero!. Así comenzó el fascinante mundo de la venta directa en mi vida, 10 años atrás y de la mano siempre, de una o un gerente zonal. Recorrimos tantos barrios, caminamos en lluvia, en días soleados, calles pavimentadas, otras de tierra.

 

Vimos de cerca la realidad de la gente, señoras en bata de cama a las 12h00, deprimidas algunas, otras asustadas pues sus maridos o sus compañeros de vida (a veces temporales), ya llegaban a la casa y les tenían prohibido hacer negocios; otras repletas de energía con ganas de comerse al mundo; observamos niños jugando en el polvo, viviendo en casas sin piso ni puertas, ni nada. Nos topamos con personas con ansias de trabajar, de hacer algo por ellas y por los suyos; también encontramos personas muy tristes, apagadas, anuladas. En fin, vimos de todo. En esa, “mi primera vez”, pude constatar como nuestra gerente zonal, llegaba a las familias trayendo esperanza, energía, ilusión, alegría, paz, amor y a ratos, hasta consuelo.

 

Ella, saludaba con las señoras como si fuera parte de su familia. Tomaba a los niños en sus brazos, y cual tía amorosa, les decía palabras llenas de ternura y ellos la recibían con mucho cariño. Enseguida, sacaba de su bolso un catálogo y con una voz firme, les decía “tú puedes, que nadie te diga lo contrario”, presentaba el negocio y mucha gente le respondía, “nunca lo he hecho, será difícil, no lo podré hacer”, y en un abrir y cerrar de ojos, la gerente zonal, les había cambiado su chip mental. Ahora las señoras, creían en sí mismas y estaban dispuestas a darse una oportunidad. Eran las 18h00, habíamos caminado bastante, no estaba acostumbrada y mis pies me dolían mucho, no daba un paso más.

 

Ella, la gerente zonal debía volver a la empresa, pues tenía que preparar un informe y luego pasar comprando cartulina para su hija de 8 años. Cuatro señores muy bien fornidos nos acompañaron hasta la salida del barrio, no sabía de donde aparecieron. “tranquila, ellos nos escoltarán, son hijos, primos, nietos de las señoras que hemos visitado y nos aprecian y cuidan” me manifestó mi gerente zonal.

 

Todos nos despedían con una sonrisa, con sus ojos inundados de esperanza, personas infundidas de pasión por el negocio que estaban por iniciar y yo, sorprendida, admirada, emocionada con lo que estaba percibiendo, sólo podía pensar dentro de mí: “ni el mejor de los políticos, puede llegar a tanta gente, ganarse la voluntad y convertirse, en un verdadero factor multiplicador de tantas cosas buenas”. Ese es su verdadero encanto!.

 

Una o un gerente zonal, es un generador de ondas positivas, un gerente zonal es el combustible que mueve el engranaje empresarial de la VD, un gerente zonal es el alma de una empresa, alma viene de la palabra ánima, y alma es vida!.

 

En este editorial, saludamos a todos y todas las gerentes zonales de nuestras apreciadas empresas. Debería haber un día dedicado a ellos, y como Asociación, lo crearemos!

(Una o un gerente zonal, es un empleado directo bajo la nómina de una empresa de venta directa).

 

Ma. Fernanda León, Directora Ejecutiva de la AEVD

 

 


 

 

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