EL VERDADERO ENCANTO DE SER
GERENTE ZONAL.-
Nos
encontramos a las 07h00 en tal dirección, ya ni recuerdo las calles exactas,
pero era un lugar a la entrada del Guasmo en Guayaquil. Estuve un poco antes y
me tocó esperar unos minutos. A lo lejos, divisé la figura de una mujer, quien
se acercaba a paso rápido y mientras lo hacía, levantaba su mano, saludando con
cuanta persona se encontraba. Con una sonrisa, les daba la bienvenida al nuevo
día que estaba por iniciar. No la conocía, pues estaba en etapa de inducción en
la empresa y era la primera vez, que me disponía a efectuar “trabajo de campo”;
sin embargo, pude detectar que era Ella, la gerente de zona asignada para mi
capacitación, quien estaba llegando. Saludamos y recuerdo una frase suya “tu
tranquila, camina a mi lado y no dejes de saludar y de sonreír, ingresaremos en
zona roja”, casi me muero!. Así comenzó el fascinante mundo de la venta directa
en mi vida, 10 años atrás y de la mano siempre, de una o un gerente zonal.
Recorrimos tantos barrios, caminamos en lluvia, en días soleados, calles
pavimentadas, otras de tierra.
Vimos de
cerca la realidad de la gente, señoras en bata de cama a las 12h00, deprimidas
algunas, otras asustadas pues sus maridos o sus compañeros de vida (a veces
temporales), ya llegaban a la casa y les tenían prohibido hacer negocios; otras
repletas de energía con ganas de comerse al mundo; observamos niños jugando en
el polvo, viviendo en casas sin piso ni puertas, ni nada. Nos topamos con
personas con ansias de trabajar, de hacer algo por ellas y por los suyos;
también encontramos personas muy tristes, apagadas, anuladas. En fin, vimos de
todo. En esa, “mi primera vez”, pude constatar como nuestra gerente zonal,
llegaba a las familias trayendo esperanza, energía, ilusión, alegría, paz, amor
y a ratos, hasta consuelo.
Ella,
saludaba con las señoras como si fuera parte de su familia. Tomaba a los niños
en sus brazos, y cual tía amorosa, les decía palabras llenas de ternura y ellos
la recibían con mucho cariño. Enseguida, sacaba de su bolso un catálogo y con
una voz firme, les decía “tú puedes, que nadie te diga lo contrario”,
presentaba el negocio y mucha gente le respondía, “nunca lo he hecho, será
difícil, no lo podré hacer”, y en un abrir y cerrar de ojos, la gerente zonal,
les había cambiado su chip mental. Ahora las señoras, creían en sí mismas y
estaban dispuestas a darse una oportunidad. Eran las 18h00, habíamos caminado
bastante, no estaba acostumbrada y mis pies me dolían mucho, no daba un paso
más.
Ella, la
gerente zonal debía volver a la empresa, pues tenía que preparar un informe y
luego pasar comprando cartulina para su hija de 8 años. Cuatro señores muy bien
fornidos nos acompañaron hasta la salida del barrio, no sabía de donde
aparecieron. “tranquila, ellos nos escoltarán, son hijos, primos, nietos de las
señoras que hemos visitado y nos aprecian y cuidan” me manifestó mi gerente
zonal.
Todos nos
despedían con una sonrisa, con sus ojos inundados de esperanza, personas
infundidas de pasión por el negocio que estaban por iniciar y yo, sorprendida,
admirada, emocionada con lo que estaba percibiendo, sólo podía pensar dentro de
mí: “ni el mejor de los políticos, puede llegar a tanta gente, ganarse la
voluntad y convertirse, en un verdadero factor multiplicador de tantas cosas
buenas”. Ese es su verdadero encanto!.
Una o un
gerente zonal, es un generador de ondas positivas, un gerente zonal es el
combustible que mueve el engranaje empresarial de la VD, un gerente zonal es el
alma de una empresa, alma viene de la palabra ánima, y alma es vida!.
En este editorial, saludamos a
todos y todas las gerentes zonales de nuestras apreciadas empresas. Debería
haber un día dedicado a ellos, y como Asociación, lo crearemos!
(Una o un gerente zonal, es un empleado directo bajo la nómina de una empresa de venta directa).
(Una o un gerente zonal, es un empleado directo bajo la nómina de una empresa de venta directa).
Ma. Fernanda León, Directora
Ejecutiva de la AEVD
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