sábado, 15 de febrero de 2014


SEGUNDA PARTE

 

PROYECTO X, UNA PELÍCULA QUE QUISE VER A PARTIR DEL 22 DE NOVIEMBRE.-


22 de noviembre, “sólo esto me faltaba….. la tal caída de este guambrito, y yo solita” (mi esposo estaba de viaje y regresaba a casa a las 03:30 am del 23). Fue mi primer pensamiento, tan pronto amaneció.

Durante el día, me comenzaron a whasttapear las mamás “que hay fiesta en tu casa me dice mi guagua”, “será que necesitas refuerzos amiga?”, yo solo les respondía:  “vengan”…”vengan a dar una manito”, “será que me acompañan?” y nada…la respuesta era “justo hoy tengo cena por aquí…por allá y más allá”.  La verdad, no era una reunioncita organizada por el comité de padres de familia, precisamente.

Salí del trabajo a eso de las 17h00, mientras iba a casa, recibí un chat:  “mamita comprarás cositas para picar”,  pensé "el colmo el guambra", y corrí obediente al supermercado, compré todo lo que pude y las colas, pensando “ahora si, esto le descuento al muchachito”.   

Llegué a casa, vi una escoba y me puse a barrer el patio, “mamita, no hagas eso, a ellos no les importa el piso, de gana”, no le hice caso.  Entré a mi casa y vi unas tiras amarillas, que decían “peligro”, cercando el acceso interno de la casa y al segundo piso, esas tiras que ponen cuando hay asesinatos en alguna parte.    5 chicos corrían de un lado a otro, quitando espejos, cuadros, adornos de un espacio social que tengo para las reuniones familiares.  “mamita, pon papel higiénico y toallas” ordenaba mi hijo,  en el único baño que quedaba habilitado para la “caída”.  Un mueble gigante que tengo, cercaba  entonces las gradas que llevaban desde abajo hacia el  interior de la casa.  “todo bajo control” me repetía una y otra vez mi hijo, como tratando de convencerse a sí mismo.

Eran las 19h00 y ya habían como 20 chicos en el patio.  Mi hijo, cambiado de ropa, bien peinado (osea despeinado) y perfumado, tenía unos walkie talkie (no sé si así se siguen llamando) conectados con otros y se  daban entre ellos instrucciones.  Tenía un cartel en el pecho que decía: “Staff Rave”.   En efecto, algunos "hermanos mayores" llegaban y se instalaban en la puerta de mi casa.  Una linda jovencita tenía una caja de zapatos forrada con  un letrero “RAVE CASH”.  “para qué es eso?”, le pregunté, “para recoger el dinero, tenemos que pagar al DJ”. A las 19h30 llegó el famoso DJ y su equipo y sin pedir permiso, pum pum entraron con un montón de luces,  equipos y comenzaron a instalar todo en el exterior de mi casa.  “Muchachito, por Dios, qué es esto, le pregunté a mi hijo”, “tranquila mamita, todo está controlado, ya verás, y el DJ es uno de los mejores de Quito”, me decía

Llamé a los guardias de mi urbanización, dos llegaron en moto, y cual brigada policíaca daban  vueltas por la calle, haciendo sonar las motos.  “perfecto, esto les amedrentará y se portarán formalitos”, pensé.    Llamé al esposo de mi empleada, pidiendo ayuda y raudo y veloz vino a instalarse en la parte posterior de la casa.

Los 5 amigos con mi hijo al Centro, agacharon sus cabezas y se santiguaron, y exclamaron: “todo está listo”.    Cuando eran las 20h30 recibo una llamada de la guardianía:  “señora, hay una fila de carros inmensa que se sale de la urbanización y está hasta la vuelta de la otra cuadra, qué hacemos, les dejamos pasar?”,  “Emilio, qué hago, terrible me parece….”, “mamita, déjales pasar, todo está controlado y hasta con lista de –invitados-“, después me enteré que la tal lista nunca funcionó.  “déjeles pasar señor guardia, no nos queda otra, pero ojo con la lista”, le respondí.

Salí a ver la llegada de los “invitados”, me instalé a un lado de la puerta y veía como “otros” controlaban la entrada de la gente a mi casa.  A unos les decían, “tu no puedes, estás muy grande” y les dejaban fuera,  hasta pena me daba y así seguían llegando. Todos entraban corriendo, como si se fueran a perder algo bueno o buenazo. De un carro  me gritaron, “hola, a los tiempos, te dejo a mi hija, gracias por cuidarla”. Quien también sería, no les podía ver bien, después supe que eran unos amigos de la familia a quienes no había visto en años.  “todos son del colegio?” pregunté.  “a este paso, vienen de todos los colegios de Quito”, me respondió el  joven que estaba  a mi lado.  “nooooo……y ahora qué hacemos”,  “ya nada, esto puede terminar como proyecto X”, me respondió. “Qué es eso, con qué se come, no me asustes, que es Proyecto X” le contesté preocupada.   Fue entonces cuando por primera vez escuché  hablar de aquello. 

En fin, llegada las 21h30, un “hermano mayor”, me pide que pare la entrada de los “invitados” a la urbanización. “señora, pero si tenemos una cola grande todavía de carros” me dijo el guardia, “ni modo, pare la entrada” le dije.  Mi celular sonaba con insistencia todo el tiempo, a la final contesté, “Fernanda, soy fulanita, mamá de la Sacha, compañera de la Vivy, prima de la Lorena, y traigo a mi hija Nicole y a mis sobrinas Pame y Majo a la fiesta y  no nos dejan entrar, ayúdame pls, mueve tus influencias”.

 A las 10h00 ya teníamos armada una movida kermess en mi casa y la música sonaba por todo lado.  No había rincón (menos mal por afuera)  en el cual, no haya chicos y chicas bailando, deambulando, y otras cosas (no piensen mal).  Yo, corría todo el tiempo de adelante hacia atrás, de un costado al otro de la casa,  miraba para cada lado, a ratos miraba hacia el Cielo y pedia:  “que todo salga bien Diosito, pon tus guardias y ángeles a trabajar”, hasta el pobre Diosito estuvo metido en la “caída”. 

A las 12h00 pm, entré a la cocina, y de pronto,  tenía unos 20 chicos ya adentro. Mi hija me chateaba preocupada y a ratos se reía desde los USA, y unos chicos a quienes no conocía me preguntaron: “con quien chatea señora”, “con mi hija, está en los USA”, ya estaba dialogando con los muchachos, buena señal, “cómo se llama su hija?”, “es conocida como Vivy”, ..”ahhhh usted es la mamá de la Vivy”, “así es”…. “yo soy el hermano menor de la Caro”, “yo soy el hermano de la Sol”, “yo soy hermana de la Dani”,y así el resto…todos los nombrados compañeros ya graduados del colegio de mi hija Vivy.  Eso, no sé porqué,  trajo algo de paz a mi estresado corazón..  En fin, resultaba que ahora ya estábamos todos en familia. 

A mi hijo le perdí la pista,  desapareció en aquel mundanal ruido, luego supe que ya estaba dedicado al baile como perinola, obviamente, lejos de mi mirada, pues chico de esa edad que se respete, no puede ser visto en esas actividades mundanas por sus progenitores.

Así transcurrieron las horas, la verdad no vi muchos chumaditos, sólo unos pocos que venían a conversar conmigo y yo les sermoneaba:  “qué bruto, para qué tomaste, ya ves te pierdes la linda fiesta”, me respondían:  “toooomado yo, jamaaaás”.

A las 02h00, mi hijo paró ipsofacto  la música,    para esto, ya tenía dentro de casa unos 15 chicos, yo gentilmente, les hice pasar a la sala para que “descansen” y pasaba revista a los adornitos sobre la mesa, alejándolos un poco para evitar desgracias y cuestionándome a mi misma:  “qué bruta, qué estoy haciendo”.   y nuevamente la cola de carros otra vez, pero ahora en otra dirección, ya los papás retirando a sus cachorros.  A eso de las 02h30, 6 chicos con fundas negras, recogían la basura del patio.  Mi casa quedó como la Av. Shyris al otro día  de las fiestas de Quito.  A las 03h00, ya todo estaba arreglado. 5 chicos muy juiciosos se quedaron a dormir en mi casa.  A las 03h30 llegó mi esposo.  “qués pues, no había fiesta ahora?”, yo recostada en mis aposentos le respondí:  “of course, ya todo se acabó, ahí donde le ves,  tu hijo es bien juicioso”, como buena madre, siempre le acolito y le hago publicidad ante el padre.

Al día siguiente, mientras desayunábamos todos, escuchamos que alguien subía las gradas, era un joven muy simpático, quien había decidido quedarse a dormir en el cuarto de la empleada (menos mal que no la tengo).  Era uno de los souvenirs de la  “caída” en mi casa, que en medio de todo, tuvo un final tranquilo, un Rave que marcó historia dicen.

Entre ángeles, guardias, hermanos mayores y mi sola presencia aunque escasa en esos momentos de liderazgo, propiciaron que Proyecto X no se replique en una casa sencilla de la urbe vallecense de Cumbayá.  Lo que sí sé es que cuando vamos por la calle con mi hijo y sus amigos, muchos muchachos y  chicas, le gritan “Hola Emilio,  para  cuando la próxima!”.

Volviendo al principio, terminé de ver la película Proyecto X, ya era muy noche;  elevé mis oraciones al Señor, agradeciéndole por haber trabajado conmigo en equipo ese 22 de noviembre.  Reflexioné sobre el corazón bueno y limpio que todavía tenemos en los jóvenes del Ecuador, fruto de los valores de nuestras  familias  y me fui a dormir. 

Al siguiente día:  me volvió la inquietud luego de ver la película:   “hijo, a la final, como cuántas personas estuvieron en su –caída- de noviembre?”.  “hicimos cálculos mamita, unos 250“, .  moviendo mi cabeza de un lado a otro:   “qué bestia”, pensé.  “mamita, qué te pareció la película?”, “peor que la del Conjuro”, le respondí.

 


PRIMERA PARTE

PROYECTO X, una película que quise ver a partir del 22 de noviembre del 2013.- 

Una noche, de aquellas en las cuales uno no deja de cabecear muerta del sueño, anhelando con locura el arrimarse de una,  a la mejor cómplice del momento, la almohada,  viene mi hijo  adolescente y me dice, “mamita, me dijiste que querías ver una película, aquí está,  te la pongo”;  le contesté:   “pero ahora noooo”; me respondió:  “es Proyecto X mamita, tiene malas palabras y otras cosas te anticipo”, me anunció.  Entonces como por arte de magia, el sueño desapareció, me senté sobre el sofá, y la película estaba lista para ser vista.    La había querido ver, pues en una de esas “caídas” que ahora hacen los chicos, esta vez en mi casa, un joven parado a mi lado, en la puerta de entrada, me repetía una y otra vez, “me parece que esto va a terminar como Proyecto X”, yo le decía, “por Dios de qué me hablas, con qué se come eso, qué es Proyecto X”, y el muchachito con cara de espanto, sólo me repetía lo mismo una y otra vez.  Yo parada en la puerta, sólo recibía órdenes de otros jóvenes, que se habían apoderado del liderazgo de mi casa.  Así comenzó todo…..

  Era noviembre 18, cuando mi hijo me dice:  “mamita, me van a caer unos amigos por mi cumpleaños”,  le respondí: “cómo así, si su cumpleaños fue hace como un mes, cuántos vienen?”,  “como unos 120 me respondió”, yo le contesté: “mijo, 20 son como muchos”, “mamita, te digo que más o menos,  unos 120”,   “Está loco, no podemos, páreme eso”, “ya no puedo, está promocionado como evento  en el Facebook y estamos recibiendo ya  confirmaciones” me dijo.    Yo no tenía entonces idea de la magnitud de lo que podía provocar en los adolescentes un evento creado en el facebook. 

En medio de mis labores cotidianas y con la inmensa carga de trabajo que tenía en aquellos días, lo dejé pasar y sólo pensé: “de 120, vendrán unos 60, así funciona esto, veremos cómo lo podemos manejar, necesitaré refuerzos…ya lo trataremos cuando esté cerca la fecha”, claro,  se me vino a la mente, los eventos empresariales, mushpa yo!, además, ya estaba cerca la fecha y yo dándole laaargas.

La supuesta “caída” era el 22 de noviembre, el 21 en la noche, yo estaba en la compu enviando algunos mails, cuando viene mi hijo, se sienta a mi lado, me toma la mano y  con cara de compungido, me dice:  “mamita, creo que se nos fue la mano”, yo le digo, “en qué mijito, qué pasa”,  ya hasta me había olvidado de la “caída”.   “tenemos más de  300 confirmaciones en  facebook”,  “buenazo”, le respondí, “eso de los likes aumenta la popularidad, pero cuidado con los intrusos, luego me lo van secuestrando”, “no mamita, creo que ya lo tenemos todo controlado, los hermanos mayores de mis compañeros vendrán a cuidar todo”……”quéeeeeee, de qué me habla” le grité,  me dice: “que mañana esperamos en esta casa, alrededor de 300 personas”.  Me levanté, me agarré la cabeza, cerré mis ojos, los volví a abrir, más abiertos y grandes de los que ya los tengo, y lancé un grito:  “me para eso….. detenga la caída……está loco…..ni su padre estará presente” (en el fondo menos mal).   Entonces me percaté de lo que se nos venía al día siguiente.   

Ya todo era imparable!.

Continuará…….